sábado, 30 de julio de 2011

Fans... las de allá y las de acá...


"En el gabacho, las fans y las gruppies si existen, de a madres. Igualito que en The Wall, le maman la corneta al poli; se encueran las chiches con los secres; se roban los gafetes y hacen cuanta vileza para llegar al rockestar en el afterchou en el backsteich y poner una palomita más en su lista de pitos famosos. La mujer-cosa le paga con la misma moneda al cosificador y pasa de mujer-objeto a mujer-objete.

En cambio en México, las fans hacen cualquier malabar con tal de llegar a tí... pa casarse y amarrarte una pata a la pata de la cama.

Un pobre bataquero , cuate mío, después de mucho pedo y rogar más, logró enchipoclarse a una fan que conoció el mero día de una tocada, asunto que celebramos con unas caguamas, un churro y tres guacaras. Ajá, pero a los dos meses, le cayó la fan con la noticia de que estaba embarazada y que no estaba dispuesta a abortar por que los del PAN y el cura Melo dicen que es pecado. Así que el encabronadísimo suegro, ya enterado de todo el desmadrito de la regla retrasada, lo estaba esperando afuera del congal para hablar con el, claro, por la vía de los putazos y un cuete calibre .34 en mano.

El bataco y la fan se casaron de blanco techo, nació su chilpayate y el bataquero se cortó la mata, se lavó las patas, y hoy por hoy es cajero en Bancomer, se empeda con Don Padrote todos los sábados, y de vez en cuando llega tarde a su casa después de unas putas en Sullivan, inventándole a su bruja ruca que hubo corte general de caja. Su mujer otrora buenota y cachonda (bueno, es un decir para la tamaña araña), ahora es una cerda con la pepa reseca y los pezones cuarteados, y sus dos hijos, un par de oligofrénicos reteimbéciles.

Fin de la historia de amor.

Chido ¿no?

Armando Vega-Gil
DIARIO ÍNTIMO DE UN GUACARRÓQUER

jueves, 28 de julio de 2011

Libertad...


"¿Qué harían sus feligreses si yo abandonara el pueblo, si estuvieran en libertad de nombrar a sus propias autoridades? Escogerían al peor explotador, al más ambicioso, al más reaccionario y terminarían por desear mi vuelta y por atribuirme cualidades de las que carezco.

¿Lo duda usted?

Le pondré un ejemplo. Tuvimos a un déspota, un tirano que gobernó el país durante treinta años con mano de hierro: se llamaba Porfirio Díaz.

En su dictadura no había libertad de prensa, ni libertad política, ni libertad personal. Los campesinos eran los siervos de los señores feudales; el ejército reprimía a tiros las huelgas de los obreros hambrientos. Los periodistas que luchaban contra la dictadura estaban en la cárcel.

Un día llegó un hombrecito rico, un hombrecito idealista, mencionó la palabra libertad, esa palabra que a usted le gusta tanto, y con solo mencionarla derrocó al tirano.

Meses después, ese hombrecito que le dió a México su anhelada libertad, principió a ser odiado y escarnecido. Los periodistas, sin el estorbo de la mordaza y sin el peligro de morir asesinados en la carcel, se burlaban de el cubriéndolo de ridículo; los ambiciosos, ya despojados de sus cadenas, organizaron rebeliones para adueñarse del mando; los campesinos y los obreros se levantaron contra su libertador, por que querían pan y no libertad y el hombrecito terminó asesinado.

Dos, tres, cinco años después de muerto, el pueblo no se acordaba de su libertador, de su apostol, y en cambio sentía nostalgia de su verdugo, de aquel viejo infame que sostenía campos de concentración y hacía que se pudrieran en vida los enemigos de su dictadura.

Ha pasado medio siglo y siempre que en los cines se proyecta la figura de Porfirio Díaz cubierta de chatarra, la gente se estremece de orgullo y aplaude entusiasmada. por que no desea libertad sino autoridad, no desea democracia sino hombres fuertes a quienes obedecer y reverenciar como lo ha hecho desde los tiempos del Emperador Moctezuma.

Entre nosotros, la libertad es un sueño o es una pesadilla, pero nunca una realidad."

Ulises Roca
EL AGUA ENVENENADA

miércoles, 27 de julio de 2011

Un par de lecciones...


"Muy bien. Los engañé. Los hice entender mal. No les dije una mentira, pero los hice creer algo que no era cierto. Bueno, han aprendido un par de cosas. La primera es que, cuando alguien jure sobre la tumba de su madre, ¡cuídense! Toca la casualidad que mi madre es una saludable republicana de Cook County, Illinois.

¡Lección número dos! ¡No confíen en nadie!

Les digo a ustedes, que el tiempo para tener fé hace mucho que quedó atrás. Hemos confiado y hemos puesto la otra mejilla durante demasiado tiempo. Bienaventurados sean los pobres... sí, si tienen el valor de tomar la bienaventuranza con ambas manos.

Los humildes heredarán la tierra... ya lo creo que les dicen que la heredarán, cuando olviden su humildad y se comporten como los herederos de la tierra."

Barney Castle
EL JUICIO

viernes, 15 de julio de 2011

Jim Thorpe, los deportes y el ejército...


"Aquí me tienes a mí, por ejemplo. Nací en la reserva. Nací y me crié en los territorios reservados a los indios. Y quise ser un deportista.. Quise serlo por el camino más difícil. Jim Thorpe era mi ídolo. Leía todo lo que podía encontrar acerca de el. Y escuchaba los relatos que todos narraban sobre el. Era un héroe para la gente. Y yo pensaba que Jim Thorpe era maravilloso, y quería ser como el, ¿entiendes?

Bueno, le expulsaron de los Juegos Olímpicos. Después de que el ganase casi todas las medallas que tenían. Le expulsaron basándose en un argumento de órden técnico. Ni siquiera le permitieron quedarse con las medallas. Y después le ví representar esos papeles de indios salvajes en las películas con temas del oeste. ¿Entiendes lo que quiero decir?

Crecí y quise ir al colegio y hacer deportes. Pero ni siquiera había ido a la escuela secundaria. Y. además, el viejo no tenía bastante dinero para mantener a toda la familia. Y yo no podía conseguir una beca. ¿Cómo podía conseguir una beca? Y ahí estaba Jim Thorpe, haciendo papeles de indio en las películas del oeste, para ganarse la vida.

Probablemente fué el deportista más grande que este país haya tenido nunca jamás.

Bueno, así son las cosas. Así son las cosas ¿entiendes?. Así es la vida.

Bueno, ¿me imaginas usando pantalones de piel de ante y pintándome la cara y poniéndome un tocado de plumas? ¿Y corriendo de un lado a otro y gritando, con un tommahawk? Bien, tampoco yo podía imaginarme de ese modo. Los únicos adminículos que vi en mi vida eran enviados por una fábrica de Wisconsisn al puesto comercial, para vendérselos a los turistas. Tenía la impresión de que era... me sentiría avergonzado.

De modo que me metí al ejército, donde el deporte me haría algún bien y me proporcionaría una vida fácil. ¿Te das cuenta de lo que quiero decir?"

Cabo Wayne Choate
DE AQUÍ A LA ETERNIDAD